Laura Ruas

Parque Nacional Llullaillaco

El Paque Nacional Llullaillaco me regaló mi primer 6.000 mts y aun no lo puedo creer. Todo el viaje, desde su planificación, fue muy complejo. Para empezar, a este parque no podía ir a dedo porque está muy lejos de todo. Podía estar días en la ruta y no llegar. Además tenía que traer agua suficiente para todos los días y estar segura de volver al terminar el ascenso. Conseguir un transporte desde Antofagasta o San Pedro no resultó tarea fácil y era muy caro por la distancia (270 km aprox). También era necesario un vehículo 4×4. En realidad era una locura hacerlo de esta forma, pero era la única posible en aquel momento. 

3 personas diferentes, que conocían el volcán, intentaron disuadirme. Yo misma la postergué un poquito con la esperanza de desistir, pero a cada día, a cada dificultad que se presentaba, me sentía más convencida en hacerlo. Me sentía preparada, sentía que era mi momento.

En realidad no me proponía nada muy arriesgado. No tenía intención, tampoco equipamiento para alcanzar la cumbre, a 6700 mts. Quería llegar por primera vez a los 6.000 mts, lo que era bastante razonable. 

Salí el domingo de San Pedro, con 30kg de mochila y casi 30 litros de agua. Llevaba más agua de lo que era necesario porque tenía miedo de que se me rompiera alguna botella debido al congelamiento ó al transporte. Mi primer campamento fue en 4600 mts, donde hice una base de agua y gas. En el primer día de caminata, hice la base 2 con 13 litros de agua a 5.000mts y subí mi campamento a 4750.

La dificultad de esta caminata era que tenía que hacer los caminos dos veces: para portear el agua y la mochila. Era mi primera caminata en altura con carga y había que tener cuidados extras con el agua, que congelaba todas las noches. 

El segundo día llevé mi campamento a 5.200, donde dormí por 3 noches. El tercer día había mucho viento, decidí descansar y solamente portear agua de la base al campamento. El último bidón quedaría en la base 2 como reserva, o para la vuelta. 

Al cuarto día, descansada y con buen clima, era el momento de subir. Sin peso y caminando en cámara lenta, subí muy concentrada. Lloraba a veces de la emoción,de estar caminando tan alto en aquel volcán tan misterioso y gigantesco, que me regalaba el 6000 que había deseado por años. Y llegué!Antes de lo que esperaba, mejor de lo que imaginaba y aun no lo puedo creer. Pero lo hice!