Gabriela Espejo
Mutualismo: Aves y plantas que se benefician unos a otros en nuestros jardines
Los seres vivos nos desarrollamos en un ecosistema y formamos parte de un “todo”, en el cual existen complejas y fascinantes redes de interacciones entre organismos de la misma especie o con otras. Cada una de estas redes cumple una función ecológica y en este contexto todas los animales y plantas, de alguna manera, interactúan entre sí para poder desarrollarse y perdurar en el tiempo.
El mutualismo es una interacción biológica en la cual los individuos de distintas especies, pertenecientes incluso a diferentes reinos (animal y vegetal) se benefician mutuamente.
Si extrapolamos el concepto de mutualismo a nuestros jardines o nuestro entorno, y observamos con atención, encontraremos una beneficiosa colaboración entre especies tan diferentes como las aves y las plantas.
Existen varios ejemplos de mutualismo que podemos nombrar. Por ejemplo, la dispersión de semillas que fueron excretadas por animales o aves en lugares lejanos a los que se consumieron o porque se transportaron pegados al plumaje o pelaje de los animales. También podemos nombrar la polinización de aves o insectos que va a permitir la reproducción de las plantas y la oportunidad que ofrece el reino vegetal, de proporcionar sitios de nidificación y refugio seguros para aves y mamíferos. Todos juegan un papel importante en la preservación de la biodiversidad de un ecosistema. La mariposa Batus o de collar dorado (Battus polydamas) toma del arbusto Lantana o bandera española como comúnmente se le llama (Lantama camara), el néctar a cambio de transportar sus semillas.
Cada vez que identificamos a un ave (incluso sin saber su nombre) la podemos asociar a un lugar en particular y dentro de éste incluso a especies vegetales de las cuales se alimentan, nidifican o simplemente forman parte de su territorio en el cual habitan. Esta asociación tan simple que nace de la observación nos puede ayudar a identificar especies de aves o flora que cohabitan con nosotros y que se benefician bajo el concepto de mutualismo.
Alimentación y polinización
Como se mencionó, un común ejemplo de mutualismo está relacionado a la alimentación. Las plantas alimentan a las aves y las aves polinizan las flores de las cuales se alimentan y dispersan sus semillas mediante las heces. Por ejemplo, los picaflores y las llamadas flores ornitófilas (plantas que son polinizadas por aves) proporcionan néctar con una concentración de hidratos de carbono (azúcares) adecuado a las necesidades de las especies que la consumen, sus formas están bien adaptadas al tamaño de las ranfotecas o picos y sus colores, que tienden a ser mas vistosos y coloridos, son adecuados a la visión de las aves. Incluso, la literatura y la experiencia en el campo (solo basta observar) confirman que la época de floración coincide con la época de nidificación de las aves.
Podemos observar al picaflor chico (Sephanoides sephaniodes) alimentándose de un Echium (Echium candidans). El Echium es un arbusto que crece muy bien en zonas costeras y se utiliza para ornamentar. Puede llegar a medir hasta 2 metros y en primavera y verano nacen las flores, de un azul zafiro y violáceo muy llamativo.
El picaflor gigante (Patagona gigas) aprovecha el néctar que le proporciona el Aloe o Sábila (Aloe perfoliata) que es una suculenta muy resistente y tolerante a climas calurosos, secos y que va formando colonias a ras de suelo. Sus flores son de un rojo intenso y aparecen en época de primavera y verano.
Refugio y nidificación
El Churrín del norte (Scytalopus fuscus), el representante más pequeño de los tapaculos y endémico de Chile, habita predominante en matorrales densos como el Molle (Schinus latifolius) que es un árbol nativo de la zona central, no muy alto y que a veces crece como arbusto tomando maravillosas formas caprichosas.
El carpinterito (Veniliornis lignarius), que no pasa desapercibido por su trino fuerte e intenso, busca insectos y larvas en la corteza de diversos árboles, como el pino insigne (Pinus radiata) originario de Estados Unidos y que se caracteriza por ser un árbol que puede alcanzar hasta 50 metros adaptándose muy bien a diversos tipos de suelos y climas.
Los eucaliptos (Eucalyptus globulus)proporcionan un refugio perfecto para los Peucos (Parabuteo unicinctus) y actúan como una despensa para sus trofeos de caza. Si bien este árbol es introducido en Chile, en zonas donde no se explota permite complementarse en perfecta armonía con el ecosistema.
Estos son unos pocos ejemplos que podemos encontrar en nuestros jardines y entorno, ¿te animas a descubrir los que te rodean?