Parques Nacionales por Laura Ruas

Laura Ruas y 42 Parques Nacionales en 1 año: Parque Patagonia y Chile Chico.

¡Sigo más fuerte que nunca! Siempre me presentaré para que se vayan familiarizando conmigo, soy Laura Ruas (me pueden seguir en Instagram como @Parqueando) y como bien saben tengo un objetivo común junto con Atakama Outdoor y es que queremos lograr en 1 año recorrer 42 Parques Nacionales de Chile. El primero que hicimos en enero pueden revivirlo aquí, donde recorrimos el Parque Nacional Bernardo O´Higgins. 

¡Ya, les cuento mi segunda experiencia!

¿Preparados?

Llegué al Parque Nacional Patagonia, por si no sabían este es un parque casi nuevo, se creó oficialmente, el 11 de Diciembre del año 2018, conformado por una superficie total de 304.527,75 ha. La mayor parte del territorio que actualmente conforma el Parque Nacional Patagonia, integra la superficie de la ex Reserva Nacional Lago Jeinimeni y la ex Reserva Nacional Lago Cochrane (Tamango); incluyendo el sector de Valle Chacabuco, área donada al Estado por parte de la Fundación Tompkins Conservation, en el marco de la iniciativa de la Red de Parques de la Patagonia.

¡Ya un poco en contexto! Esta vez empecé enCochrane (la última localidad que cruza la Carretera Austral), por lareserva Tamango, que está a 4km del pueblo. Me acompañó el Angelito y estuvimos 2 días acampando en este sector e hicimos 2 senderos en un día: Carpinteros y los Coigües. Caminamos 14 km, sin mochila, bordeando elRío Cochranehasta llegar al lago Cochrane y después fuimos a una de sus playas. Volvimos al pueblo para prepararnos para hacer la travesía delValle del Avilés. La hice en misma fecha que el año pasado, pero en condiciones muy diferentes y en el sentido opuesto. Luego, fuimos a otra entrada del Parque, estuvimos 1 día en elcamping West Windsy de ahí hicimos dedo hasta casa de Piedra, donde acampamos una noche.

¿A mal tiempo, buena cara?

El clima estaba bastante malo y por eso el sendero estaba cerrado desde esta entrada, pero se podía hacer bajo nuestra responsabilidad. Decidimos encarar el desafío que se mostraba en el pronóstico metereológico: mucho viento, lluvia, nieve y temperaturas bajas, incluso negativas en algunos momentos. En la noche nevó arriba de los cerros y el valle nos recibió con sus cumbres blancas. 

¡A mover las piernas!

Caminamos un promedio de 9 km diarios. En la primera noche de la travesía dormimos en un campo de coirones y nos tocó mucha lluvia y viento. La segunda noche pasamos cerca de las ruinas de un viejo refugio. Lo terrible fue que el frío fue empeorando, todas las noches nevaba en los cerros y se supone que al tercer día nos tocaría hacer los primeros cruces de río, lo que lo dificultaba con el frío. Mejor decidimos hacer un día de descanso, ¡esta fue una decisión muy acertada!

¿Un feriadito frío? (No tenía Netflix para un día así)

Nuestro día libre amaneció con mucha niebla y frío. Nevó por lo menos una hora en la carpa, pero el viento se fue calmando. Mi Palacio (así nombré a mi carpa Carelmapu) se reveló apañadora también en la nieve.

¡Move on!

Al otro día seguimos la caminata, pero como había estado muy frío, los ríos estaban bajos, porque son ríos de deshielo, pero estaban aún más helados y cruzarlos fue doloroso.

Acampamos en el bosque de lengas. Al otro día hicimos el primer portezuelo y llegamos al Valle Hermoso. Del Valle de los Glaciares venía un viento congelado, que soplaba sin parar y no había forma de mantener el cuerpo caliente. Además nos tocó cruzar ríos más de 10 veces en este valle. Yo caminaba con 2 camperas y un buzo, guantes y tenía ganas de llorar cada vez que me aparecía otro río por cruzar. Nos dolían los huesos y el alma. Lo logramos, pero lo sufrimos.

¡Atakama al rescate!

Fue bastante duro. Este fue el peor día, seguramente. Una de las cosas que nos ayudó fue llevar té calentito para tomar después de cada cruce. Como tengo 2 botellas de Atakama, usaba la más chica para llevar té y la más grande con agua. Como son térmicas, tuvimos té caliente para todas las horas de caminata, lo que fue de gran ayuda. En la noche, me salvaron las pantuflas. 

Valle Hermoso

Dormimos en el refugio Valle Hermoso, el único que no está en ruinas y compartimos con otras personas por primera y única vez en la travesía. Todos los otros días estuvimos solos en el parque. El segundo portezuelo nos resultó más fácil de lo que parecía. El clima se arregló y caminamos los dos últimos días con sol. Aprovechamos para nadar un poquito en el Lago verde y en el lago Jeinimeni. La última noche acampamos en el Camping Raleigh, que está en la otra punta del Lago Verde. En el último día de caminata tuvimos el regalo de ver a una pareja de pájaros carpinteros. Los pájaros en los parques nacionales y en zonas remotas muchas veces no tienen miedo a las personas, sino curiosidad. Si uno para de caminar, ellos se acercan, nos miran, a veces interactúan. En el sector Tamango se nos acercó un Chucao y un hued-hued. Estos últimos son más habladores y muchas veces contestan si uno imita su ruido.

¿Sigamos un poquito más?

Terminamos nuestra Caminata en el sector Jeinimeni y de ahí nos fuimos a Chile Chico, donde nos que damos unos días disfrutando de los placeres de la civilización: Agua caliente, carne, pan y comidas frescas, compañía de otras personas, señal de celular etc. En total caminamos 78km en el parque, de estos 62km con mochila, en 10 días que estuvimos.

Ya estamos en Puerto Río Tranquilo, donde vamos a visitar el Parque Laguna San Rafael. También voy a visitar las Capillas de Mármol por cuarta vez, pero de esta vez, lo haré en kayak. Es una deuda que tengo pendiente conmigo: remar en el furioso lago Chelenko.

¡Atentos! Que seguimos más motivados que nunca.