Martin Vial - Attilio Pruzzo
Conquistando el Ojos del Salado: Una Aventura Épica en las Alturas de Chile
Después de meses de entrenamiento, planificación y preparación logística, llegó el tan esperado momento de nuestra expedición al volcán más alto del mundo: el Ojos del Salado. Este desafío no solo representaba un objetivo personal, sino también una oportunidad única para explorar uno de los destinos más remotos y majestuosos de Chile. Durante esta aventura, nos llevamos al límite físico y emocional, descubriendo la inmensidad de los paisajes andinos y la belleza de la naturaleza chilena.

El 13 de diciembre comenzamos nuestro viaje desde Santiago, conformando un grupo de solo dos personas, con destino a Laguna Verde, en la región de Atacama, a 4,360 metros sobre el nivel del mar. El recorrido de 1,200 km nos regaló un paisaje espectacular, y al llegar a Laguna Verde, quedamos sin palabras ante la belleza del lugar: flamencos en la laguna, imponentes montañas rodeando el área y relajantes termas naturales.

Aclimatación Crucial
La aclimatación fue fundamental para llevar a cabo la ascensión con éxito. Comenzamos en el sendero de Mulas Muertas, ascendiendo progresivamente hasta los 5,000 metros. Esta caminata no solo nos permitió acostumbrarnos a la altitud, sino que también nos ofreció vistas impresionantes. Al día siguiente, ascendimos al Volcán San Francisco, alcanzando su cumbre a 6,018 metros. Esta experiencia fue increíble; ver el paisaje desde esa altura nos llenó de confianza y motivación para seguir con nuestro objetivo final: la cumbre del Ojos del Salado.
El Gran Ataque a la Cumbre: 21 de diciembre
Finalmente, llegó el día más esperado: el ataque a la cumbre del Ojos del Salado. Partimos de Laguna Verde a las 3 de la mañana, con una claridad absoluta en nuestra mente y un objetivo fijo. Antes de emprender la marcha, preparamos agua caliente para los mates y nos abastecimos de comida en el auto mientras nos dirigíamos al Refugio Atacama.
A las 5:30 a.m., comenzamos la caminata desde el Refugio Atacama, a 5,200 metros, luego de descansar media hora en el Refugio Tejos. A medida que avanzábamos, la montaña comenzó a nublarse, lo que nos generó dudas sobre si alcanzaríamos la cumbre, pero decidimos seguir adelante. Tras aproximadamente 9 horas de caminata, llegamos al cráter del volcán, donde nos esperaba la parte más desafiante: una escalada de 30 metros para alcanzar la cima.
Equipados para la escalada final, la sensación de llegar a la cumbre fue indescriptible: habíamos logrado nuestro objetivo, alcanzando la cima del Ojos del Salado, a 6,893 metros sobre el nivel del mar. La vista de las montañas circundantes era simplemente increíble.

Esta expedición fue una experiencia transformadora, un desafío físico y mental que superamos con determinación y trabajo en equipo. Todo salió según lo planeado, y más allá de alcanzar la cumbre, lo que nos dejó una profunda satisfacción fue la conexión con la naturaleza y las personas que conocimos en el camino. Cada etapa del viaje estuvo llena de sorpresas y belleza, y el paisaje de Chile, con sus impresionantes montañas, es un tesoro por explorar. A lo largo de la expedición, tuvimos la oportunidad de conocer a gente maravillosa que nos ofreció apoyo y consejos. Chile tiene un enorme potencial para los deportes de montaña.
Agradecemos enormemente a Atakama Outdoor por el increíble apoyo brindado durante nuestra aventura.